domingo, 19 de julio de 2009

En defensa de la pluralidad

En los últimos días hemos asistido, a través de los medios de comunicación locales, a distintos cruces entre el oficialismo y nuestro Partido Radical, algunos de tenor político y otros de carácter personal. Creemos que la agresividad demostrada en dichas declaraciones por el Sr Intendente en contra de integrantes de la Mesa, ex concejales y concejales electos -que obviamente las realizo sin dar nombres, para intentar desligar cuestiones legales posteriores-, suenan minimamente como desafortunadas e inverosímiles. Así también la decisión de su parte de tomar represalias laborales en contra de nuestros militantes, como método coercitivo de castigo, práctica de vieja data que ya creíamos desterrada, es entremezclar cuestiones que no hace bien a nadie, menos al sistema del cual formamos parte: la democracia. Tampoco hace bien que desde el gobierno se plantee la idea de transversalidad (iniciada y llevada al fracaso por el kirchnerismo hace seis años), por la cual todo hace parecer que la intención final de ésta es la desaparición paulatina de los partidos políticos. A ver si somos claros… hoy Magdalena está gobernada por el Justicialismo, por el Frente para la Victoria o como sea que se llame el partido que llevó al intendente al poder en su momento. Como portador del apoyo popular, este intendente tiene la responsabilidad de conducir los destinos de nuestro distrito dos años más, hasta que el ejercicio de la democracia nos permita elegir nuevamente a nuestros representantes. Si el gobierno que encabeza este intendente realiza acciones que son beneficiosas para la comunidad, nadie puede negarse a ellas por el simple hecho de ser oposición. Muy distinto es cuando esas acciones no contribuyen al ejercicio democrático, a la vida institucional y al normal desarrollo de nuestra vida política. Allí sí aparecerá la oposición para marcar el paso, para decirle al intendente lo que cree que no está realizando correctamente y pedirle que corrija su accionar. Esa pretendida transversalidad de intenciones hegemónicas planteada por el oficialismo en todos sus niveles, no nos hará perder el rumbo ni el rol que nos encomendó la sociedad con su voto: el de principal partido opositor. Por ello, repetimos, seguiremos apoyando –como lo hemos hecho en varias oportunidades- aquellas acciones de gobierno acertadas a nuestro juicio; pero también nos asiste el derecho de criticar y marcar lo que está mal, lo que no es correcto, lo que no se condice con nuestra concepción de la democracia que vivimos. Por todo lo antedicho, ratificamos todo lo publicado hasta ahora en nombre de nuestro partido, sin mezclarnos con cuestiones personales bajo ningún concepto, pues entendemos –como lo dijera nuestro último líder partidario antes de su muerte- que “los hombres pasan”, pero “las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política”. En esas ideas, que solo persiguen una sociedad mejor, más justa y equitativa, donde se permita pensar distinto sin ningún tipo de represalia, es que nos basamos y seguiremos pregonándolas, con la mirada puesta en el futuro y con la seriedad y la conducta que han caracterizado a nuestro partido –la Unión Cívica Radical- a lo largo de su historia. No es necesario que todos seamos “Karballistas” para que el gobierno municipal cumpla con su mandato y gestión. La pluralidad de partidos, de ideas y de pensamientos, es lo que garantiza la estabilidad de nuestra democracia. A ella apostamos y seguiremos luchando, en nombre del radicalismo, por una política sana, donde el debate de ideas y las diferencias de pensamientos sean puntales para un objetivo común: el progreso de nuestro pueblo.

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